Reflexión de la lectura de Susan David “Que es la agilidad emocional y su importancia para el liderazgo”
- Manuel Basaldua
- 26 may
- 1 Min. de lectura
Artículo:
El texto explora el concepto de agilidad emocional según Susan David, autora de Emotional Agility. Esta se define como la capacidad de conectarse con las propias emociones, pensamientos e historias internas con valentía, curiosidad y compasión, para luego actuar alineados con nuestros valores.
En contextos organizacionales, esta habilidad es clave para afrontar la complejidad actual. Las organizaciones necesitan personas emocionalmente ágiles para poder adaptarse, innovar y comprometerse. Para cultivarla, se deben nutrir cuatro necesidades humanas: competencia, autonomía, pertenencia y sentido. Además, la agilidad emocional se entrena siguiendo cuatro pasos:
Reconocer y mostrar nuestras emociones.
Separarnos de ellas para no actuar automáticamente.
Conectarnos con nuestros valores.
Dar pequeños pasos en esa dirección.
La verdadera transformación cultural comienza con individuos que se permiten sentir, pensar y actuar desde un lugar más consciente y coherente.
Este enfoque nos invita a cambiar el paradigma: no se trata de ser siempre positivos o eficaces, sino de ser humanos completos en un entorno organizacional que muchas veces premia la productividad por encima de la autenticidad. ¿Qué pasaría si empezáramos a ver nuestras emociones no como obstáculos, sino como datos valiosos para el liderazgo, el trabajo en equipo y la toma de decisiones? En un mundo que exige velocidad, la agilidad emocional
nos pide pausa, presencia y propósito.
Preguntas para inspirar y generar discusión:
¿Qué espacios tenemos —o podríamos crear— en nuestros equipos para hablar genuinamente sobre lo que sentimos?
¿Qué valor personal podrías honrar más en tu trabajo cotidiano?
¿Cómo sería una organización verdaderamente conectada con las emociones
humanas? ¿Qué cambiaría?
¿De qué pequeñas formas podrías empezar hoy a entrenar tu agilidad emocional?
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